Mucho mes para tan poco sueldo
Hace unos días, estaba analizando con Pablo y María uno de los cursos que imparto en mi aula virtual, cuando Pablo nos preguntó, si habíamos escuchado alguna vez la expresión: “tengo mucho mes para tan poco sueldo”.
Después de reírnos, les invité a analizar la frase juntos, ya que me pareció acorde a lo que estábamos hablando: las necesidades y los sueños son ilimitados y sin embargo, nuestros recursos para satisfacerlos son limitados.
Así que te voy a hablar de estos tres conceptos para que tú también analices la frase: tengo mucho mes para tan poco sueldo.
El primer concepto:
Necesidades (el presente): Vivienda, comer, ropa, ocio… en resumen vivir. Las necesidades las dividimos en dos, en esenciales y secundarias.
Esencial: vivir (casa, comida, luz, educación, transporte)
Secundaria: ocio.
Para sentirnos plenamente cubiertos se deben de cubrir las dos, esencial y secundaria, eso sí, se debe hacer de forma consciente.
Esto no quiere decir que no te gastes ningún euro en ocio o que te conviertas en un tacaño.
Si tenemos que reducir en algo, se suele reducir de lo secundario, ahora bien, el ocio también es necesario para el bienestar. Así que hazte consciente de que es lo importante para ti, márcate un presupuesto y ajústate a él.
Si estás leyendo este artículo, lo más probable es que no te sobre el dinero, por lo que te recomiendo que antes de comprar, te hagas algunas preguntas. ¿Es realmente necesario? ¿Prefiero gastarme este dinero hoy o lo invierto para mis sueños?
Segundo concepto:
Objetivos (futuro): Hablamos de nuestros sueños, de nuestro futuro: comprarnos un coche, viajar, bienestar en la jubilación, los estudios de nuestros hijos…
Es lo que tira de nosotros. Si tenemos claro lo que queremos vamos a conseguirlo, vamos a ir a por ello. Si no sabes lo que quieres en la vida, difícilmente podrás alcanzar nada.
Si te pregunto si tienes claro cuáles son tus objetivos, si los has escrito, es muy probable que tu respuesta sea “no”, porque la mayoría de nosotros no nos marcamos esos objetivos. Pero sin embargo, si yo te pregunto: ¿te gustaría cumplir tus sueños? Seguro que tu respuesta es “sí”.
¿Cómo pretendes hacerlo, si no les prestas atención? Está demostrado que si lo planificas, es mucho más fácil conseguirlo, ya que planificar significa anticipar y programar. Si esperas a que llegue el momento, luego no tienes margen de maniobra. Si no tienes una partida de dinero reservada para ese fin cuando llegue el día, ¿de dónde vas a sacarlo? ¿Podrás hacerlo?
Tercer concepto:
Recursos financieros: ¿Cuánto tienes? ¿Cuánto generas? ¿Tienes casa? ¿Coche? ¿Ahorros en el banco? ¿Cuánto ahorras cada mes?
Los recursos son escasos, sea tiempo o dinero, no podemos comprar todo lo que nos gusta, es necesario elegir lo que más nos convenga.
El tiempo también es escaso, también se acaba, la única diferencia es que el tiempo es el mismo para todos. Todos disponemos de 24 horas cada día, tú eliges en qué quieres invertirlo.
Como puedes ver, la frase de Pablo tiene mucho sentido. Cada mes nos entran unos ingresos limitados y nosotros podemos gastarlos en muchas cosas. Tenemos necesidades y sueños por cumplir. Debemos tomar decisiones conscientes, si queremos ser dueños de nuestras finanzas. Priorizaremos lo más importante y necesario para nosotros y así, podremos alcanzar nuestros sueños.
Si no lo analizas, cuando entren tus ingresos, gastarás sin más y al final de mes, tendrás la sensación de “tener mucho mes para tan poco sueldo” y tus sueños seguirán sin cumplir.
Márcate objetivos y comprueba tus necesidades.
Organiza, planifica y sueña.